SANCTI SPÍRITUS

Unos 50 especialistas espirituanos, en su mayoría jóvenes, asumen desde hace años las necesidades de informatización del Sistema Electroenergético Nacional
Autor: Juan Antonio Borrego | internet@granma.cu
14 de octubre de 2016 21:10:25
La mayoría de los trabajadores de la UEB no sobrepasan los 35 años de edad.
La mayoría de los trabajadores de la UEB no sobrepasan los 35 años de edad. Foto: Vicente Brito
SANCTI SPÍRITUS.—Para tener santo y seña de cualesquiera de las instalaciones del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) que prestan servicios en el país —digamos un banco de transformadores— no resulta imprescindible acudir a los files donde se archivan las facturas de compra, ni trepar hasta donde han sido instalados a corroborar su número de chapa, ni abrirle la barriga metálica en alguno de los tantos talleres habilitados para su reparación.
Especialistas espirituanos de la unidad empresarial de base (UEB) Aplicaciones de Redes, perteneciente a la Empresa de las Tecnologías de la Información y la Automática (ATI), del Ministerio de Energía y Minas, han diseñado un subsistema, recientemente actualizado, que en buena medida resume el ciclo de vida de estos equipos —una suerte de historia clínica se diría en los terrenos de la Medicina— que hoy se encuentra extendido por toda la Isla.
El procedimiento es parte indisoluble del Sistema Integral de Gestión de Redes, conocido como Sigere en el argot de sus creadores y avalado como el producto estrella del equipo de especialistas espirituanos que desde hace casi dos décadas cubre necesidades informáticas de la Unión Eléctrica (UNE) y de otras entidades que demanden sus servicios.
El staff lo componen en lo fundamental egresados de la Universidad Central de las Villas (UCLV), la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (Cujae), la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), la Universidad de Sancti Spíritus José Martí (Uniss) y en menor medida la Universidad de Cienfuegos.
DEL CONTENEDOR AL PALACIO
Cuando por fin en noviembre del 2014 los especialistas espirituanos se asentaron en su nueva sede del reparto de Olivos I, al norte de la cabecera provincial, tienen que haberse sentido dueños del Taj Mahal, el imponente monumento de la arquitectura mogola construido a orillas del río Yamura, en la India.
Lo que hoy se conoce como UEB Aplicaciones de Redes tuvo su génesis en un contenedor ubicado en el patio de la actual Empresa Eléctrica Provincial, en la zona de Colón, al sur de la ciudad, sede del grupo bautizado primero como Sigedi —Sistema de Gestión de la Distribución— y luego como Sigere.
Sus fundadores interpretan los actuales progresos como un reconocimiento tácito al desempeño de todos estos años, una historia en la que sobresalen nombres como los del Doctor en Ciencias Raúl Fernández Álvarez, un veterano fundador del área de distribución de la UNE que siempre ha laborado en Sancti Spíritus, y el ingeniero Reinaldo Ponce, graduado de Cibernética Eléctrica en la extinta URSS, quien se desempeñó durante mucho tiempo como jefe de implementación en el grupo y hoy figura como uno de sus principales clientes desde su cargo en el nivel central.
Pertrechados con equipamiento de última generación tanto en lo que se refiere al hardware, como a las herramientas más avanzadas de análisis y diseño, Aplicaciones Redes se precia de mostrar entre sus principales productos los sistemas integrales de gestión de Redes, de la ECIE —Empresa de Construcciones de la Industria Eléctrica—, de los Recursos Humanos y de la Generación Distribuida, además de la aplicación web de los centros integrales de atención al cliente.
Con el caso específico del Sistema Integral de Gestión de los Recursos Humanos, la entidad radicada en Sancti Spíritus ha ganado usuarios externos de renombre nacional como algunas dependencias del Grupo BioCubaFarma (Laboratorios MEDSol, Laboratorios AICA y el Instituto Carlos J. Finlay), el Centro de Investigaciones del Petróleo, el Centro de Ingeniería e Investigaciones Químicas y la Biblioteca Nacional José Martí.
EN FRENTES ESTRATÉGICOS
Cuando en septiembre de 1993 María Ela Díaz Gómez llegó hasta la Empresa Eléctrica de Sancti Spíritus con el título de Licenciada en Cibernética Matemática y unas ganas tremendas de comerse el mundo, sus directivos la cautivaron con una promesa que para entonces a ella le pareció surrealista: «No te vayas —le dijeron—, que a nosotros nos han prometido dos máquinas nuevas».
Veintitrés años después la actual directora de Aplicaciones de Redes considera aquella decisión entre las más importantes de su vida: aquí se ha realizado profesionalmente y se ha integrado a un colectivo que describe como excepcional.
«Mis muchachitos son una maravilla», confiesa refiriéndose al equipo de poco más de 50 trabajadores, entre los que se cuentan 48 profesionales de nivel superior y una decena de másteres, que en su inmensa mayoría no superan los 35 años de edad.
Con sus procedimientos certificados desde el 2015 por la Oficina Nacional de Normalización (NC-ISO 9001:2008), el centro tiene entre sus objetivos de trabajo para el corriente año el desarrollo de nueve versiones mayores y el mantenimiento a 20 módulos de diferentes sistemas, así como el inicio de la automatización de un frente que cada día se torna más estratégico para el país: las fuentes de energía renovable que vienen sustituyendo paulatinamente la demanda nacional de combustibles fósiles.
«Estamos llamados a convertirnos en una fábrica de software —revela la directora— ya tenemos convenios con dos universidades; ese siempre ha sido el sueño del profesor Raúl Fernández y no tenemos duda de que puede ser realizado».